El cepillo de dientes es un instrumento fundamental para eliminar los depósitos de alimentos que se adhieren a los dientes y encías después de cada comida, es decir, el instrumento indispensable para realizar una correcta higiene oral diaria. Este ha ido evolucionando a lo largo de las distintas civilizaciones hasta llegar al modelo de cepillo de dientes que conocemos hoy en día.
A lo largo de la historia, el ser humano ha sentido la necesidad de higienizar su boca y se han usado diferentes útiles dependiendo de las civilizaciones y continentes.
En civilizaciones como la egipcia, se limpiaban los dientes con una rama previamente masticada o con una caña. Existen registros que en la antigua Grecia se utilizaban trozos de tela empapada en sal, vinagre, miel y cristal machacado para limpiarse la boca.
Muchas culturas indígenas siguen usando huesos y plumas de animales para cepillarse los dientes. O incluso pequeñas ramas de un árbol que se masticaban por un extremo, humedeciéndolo y, de esta forma, obteniendo un extremo filamentoso para eliminar los restos de alimentos de sus dientes.
China, origen del cepillo de dientes tradicional
Pero el modelo primitivo y precursor del cepillo de dientes actual tiene su origen alrededor del S. XV en China.
Los primeros cepillos dentales consistían en un mango de hueso, bambú o marfil, con cerdas de pelo de animales como el cerdo, el jabalí o el caballo atadas y sujetas al extremo. Se dice que se usaban los cerdos siberianos porque el frío hacía que su pelaje fuese más duro y consistente.
Debemos decir que estos primeros cepillos no estaban al alcance de cualquiera, eran un lujo al alcance de las clases más adineradas. De hecho, era habitual compartir el cepillo de dientes entre la familia.
¿Cuándo aparece el cepillo de dientes en Europa?
El cepillo de dientes llega a Europa a finales del S.XVII, a través de los comerciantes como muchos otros productos. En Europa se sustituyó el pelo porcino, por pelos de crines de caballo, e incluso de cerdos europeos, que eran cerdas más suaves y hacían menos daño al limpiarse los dientes. Pero estas variantes resultaron ser menos efectivas, de hecho, el padre de la odontología moderada, Pierre Fauchard, realizó críticas sobre la ineficacia para la higiene diaria correcta debido a su suave consistencia.
Además se vio que los cepillos de pelo animal eran una fuente de microbios, por su porosidad y mantenimiento de la humedad. Por ello, para evitar infecciones en las encías a partir de dichas bacterias y hongos, se empezó a recomendar la esterilización de los cepillos con agua hirviendo, lo que los convertía en más blandos y sin consistencia.
A pesar de las limitaciones que presentaban, a medida que pasaba el tiempo, los cepillos de dientes se hicieron más populares. Pero fue con el descubrimiento de las cerdas sintéticas de nylon a mediados del S.XX, cuando empezaron a producirse en masa.
El nylon presenta características, como la resistencia a la vez que flexibilidad y tiene mayor resistencia a la contaminación por bacterias debido a la homogeneidad de su superficie. Otra ventaja de las cerdas sintéticas es que éstas se fusionaban al mango del cepillo, evitando el desprendimiento de las cerdas de origen animal ya que no estaban integradas en el mango. De igual forma, las características y consistencia del nylon fue variando gradualmente.
Del cepillo manual al cepillo de dientes eléctrico
El cepillo de dientes eléctrico no llegaría hasta 1960, donde en Estados Unidos, se crea el primer cepillo con baterías recargables. A lo largo de este tiempo, los cepillos eléctricos han sufrido múltiples modificaciones tanto el tipo de movimientos que realiza, así como características adicionales como temporizadores o sensores de presión para conseguir un cepillado más eficiente. Es a partir del año 2000 donde el cepillo eléctrico se populariza y comienza a llegar a toda la población.
En resumen, el cepillo de dientes ha experimentado una evolución significativa a lo largo de la historia, desde los primitivos cepillos con cerdas naturales hasta los modernos cepillos de dientes con cerdas sintéticas y características innovadoras. Esta evolución continúa en la actualidad con el objetivo de mejorar la salud bucal de las personas.
Ahora que ya conoces la historia del cepillo de dientes, te animamos a que descubras la historia de la pasta de dientes. Y si necesitas cualquier consejo sobre qué tipo de cepillo es el más adecuado para ti, no dudes en consultarnos, desde la clínica dental Grandío Pazos estaremos encantados en asesorarte.