La saliva es un líquido transparente y viscoso compuesto por un 95% de agua y un 5% de compuestos orgánicos y es segregada por las diferentes glándulas salivales. La calidad y cantidad de la saliva es importante para mantener los tejidos orales sanos. Se calcula que una persona sana segrega entre 1 litro y 1’5 litros de saliva al día.
Las funciones más importantes de la saliva son:
- Lubricación. Mantiene la mucosa oral hidratada, ayudando a la digestión y evitando la aparición de enfermedades ocasionadas por una boca seca.
- Amortiguadora o reguladora de pH. El pH indica el nivel de acidez o alcalinidad (capacidad de neutralizar la acidez) de una sustancia. La saliva ayuda a contrarrestar los desequilibrios de pH que se producen durante la ingesta de alimentos y protege los tejidos orales de la acción de los ácidos generados por las bacterias. El nivel de pH óptimo para nuestra salud oral oscila entre 6’5 y 7’4, si baja y se vuelve ácido puede dañar nuestro esmalte, facilitando la aparición de caries. Por el contrario, si el pH sube, aumenta el riesgo de la aparición de enfermedades periodontales como gingivitis o periodontitis y periimplantitis.
- En la composición de la saliva hay una alta concentración de proteínas que nos protegen contra la flora oral microbiana, manteniendo un equilibrio en nuestra salud oral.
- Remineralización. Las altas concentraciones de calcio y fosfato en la saliva favorecen la remineralización del esmalte que se puede dañar debido a malos hábitos de higiene oral y alimentarios.
- Función de lavado y eliminación. Es una de las funciones más importantes y consiste en diluir y eliminar el mayor número de azúcares y sustratos bacterianos ingeridos. Esta labor está directamente relacionada con la cantidad de flujo salival que tenemos. A mayor cantidad de flujo salival, mayor eliminación y, por tanto, menor riesgo de padecer caries y enfermedades periodontales.
Factores que interfieren en la calidad de la saliva
Hay factores que pueden afectar a la producción de flujo salival:
- El consumo de determinados fármacos como tranquilizantes, antidepresivos u ansiolíticos. El consumo de alcohol también afecta a la producción de saliva.
- Los tratamientos de radioterapia y quimioterapia pueden producir sequedad oral, al igual que algunas enfermedades sistémicas como la Diabetes Mellitus.
- Durante el sueño, el flujo salival disminuye, de ahí la importancia de realizar una rutina de higiene bucodental completa por la noche.
- Alimentación. Si mantienes una dieta rica en azúcares tienes más riesgo de que tu pH sea ácido y que perjudique tu salud oral.
- Higiene oral. Una buena higiene bucodental mantiene la cantidad de bacterias en equilibrio y ayuda a conservar el esmalte y los tejidos orales sanos.
- Hidratación. Beber entre 1-2 litros de agua al día aumenta el flujo salival y, por lo tanto, disminuye el riesgo de sufrir úlceras y halitosis.
Desde la Clínica Dental Grandío Pazos, expertos en periodoncia en Vigo, os recordamos la importancia de seguir una rutina completa de higiene bucodental que consiga mantener el flujo salival en un estado óptimo. Pide cita con nuestros profesionales para que conozcan el estado de tu salud oral y puedan ayudarte a mantener una boca sana.
